“Soy optimista: la pandemia nos llevará a una nueva economía ‘low cost’ sostenible”
Juan Verde es el auténtico español en la corte del Rey Arturo. Ha trabajado con Obama y los Clinton. Experto en economía sostenible, asegura que hay motivos para ser optimistas
12/06/2020 11:42 – ACTUALIZADO: 15/06/2020 00:53
Estos días, las visiones fatídicas abundan en los análisis de prensa y televisión. Escenarios apocalípticos de un mundo poscovid que apenas reconocemos, pero aceptamos como verdades sobrevenidas e inalterables. No se puede hacer nada. El retrato de los medios presenta una sociedad de dinosaurios mesmerizados ante el meteorito. Lo resumía la historiadora económica de la Universidad de Illinois Deirdre N. McCloskey en un ensayo sobre ‘El Capital en el Siglo XXI’ de Piketty: “Por motivos que nunca he llegado a comprender, a la gente le gusta escuchar que el mundo se va al infierno”.
Sí, es una cuestión de vender periódicos (ya sabe que la catástrofe -no importa cuándo lea esto- está de moda). Pero también un reflejo del sesgo agorero del análisis contemporáneo. Es el ‘mojo’ del derrotismo. Nadie quiere ser tachado de iluso. “Un pesimista es sólo un optimista bien informado”, explicaba el periodista uruguayo Mario Benedetti. Ante semejante panorama, es importante escuchar voces como la de Juan Verde. No porque nos vaya a decir que todo va a estar bien. Que definitivamente no. Sino porque nos recuerdan que no somos dinosaurios. El resultado, en parte, “depende de nosotros y de las lecciones que saquemos” de la pandemia. Y no se puede decir que Juan verde sea un tipo mal informado.
A punto de cumplir 49 años, este teldense licenciado en ciencias políticas por la Universidad de Boston, es el auténtico español en la corte del Rey Arturo. Su trabajo como asesor político y estratega electoral es un ‘Quién es quién’ de la flory nata del Partido Demócrata en las dos últimas décadas. Los expresidentes Bill Clinton y Barack Obama, Al Gore, Hillary Clinton, John Kerry, Ted Kennedy, Joe Biden. En el Gobierno de Obama fue subsecretario adjunto para Europa y Eurasia en el Departamento de Comercio, el cargo más alto ocupado por un español en la administración estadounidense.
Recurrimos a Verde, experto en economía sostenible y uno de los 100 líderes hispanos más influyentes en la lucha contra el cambio climático, para examinar los diferentes escenarios por los que podemos transitar en los próximos meses, cómo interpretar las claves de ese horizonte y cuáles son los motivos para conservar cierto optimismo (a medio plazo). Pero antes de hablar del futuro, analicemos la situación actual y hagamos un balance de daños.Rafael Bengoa: “Hemos infantilizado a la sociedad diciéndole ‘no te preocupes, el sistema te va a curar”ENRIQUE ANDRÉS PRETELEstos días, al doctor Rafael Bengoa no paran de plantearle la misma pregunta: “¿Cómo evitar acabar como nuestro país?”. Y España, ¿qué debe hacer para no volver a acabar como España?
“Es irresponsable pensar a estas alturas que la recuperación va a ser leve y rápida. Va a ser una crisis muy severa. Peor que la Gran Depresión (1929) y que la Gran Recesión (2008). Una definición de economía de posguerra quizás sea más acertada. Cuando se habla de si es una curva, una U o una V, yo creo que es una L: baja consumo, se desploma la confianza y entras en recesión. Llegado un punto, se nivela y se comienza a crecer poco a poco. Todo esto en un escenario de incertidumbre sanitaria y social a nivel global”.
No parece un arranque muy optimista. Y Verde no se esfuerza en maquillarlo. La combinación de un mundo en recesión, con una pandemia a diferentes velocidades y sin vacuna a la vista hace que los próximos meses luzcan desoladores. En este paisaje, los intereses sanitarios, económicos y políticos se entremezclan. Por eso, “más que nunca”, se necesitan equipos multidisciplinares. Las decisiones no deben estar “sólo” en manos de los virólogos, pero “tampoco de los políticos”. “Hay que buscar una solución intermedia, flexible e ir ajustando las medidas. Al fin y al cabo, este es un camino que nadie ha recorrido antes”. También, sugiere desde el otro lado de la línea, es el momento para pensar diferente y dejar las mezquindades a un lado. Europa es un claro ejemplo.
Este es un momento histórico que marca un antes y un después, pero los gobiernos tratan de minimizar la aplastante realidad
“Europa tiene mucho que ganar si colabora, si empieza a crear espacios comunes de solidaridad, de transferencia de riesgo y transferencia de riqueza. No por mera solidaridad, sino porque le viene bien a todos. Si no hay mercado para Alemania, no hay prosperidad en los países nórdicos y viceversa. Sin meternos en cuál es el más apropiado (transferencias, coronabonos, deuda perpetua), las condiciones son propicias para que florezcan nuevos mecanismos que antes no parecían viables. No sólo está en juego la recuperación de los países del sur de Europa, sino el propio futuro de la UE”.
Pero, aunque la circunstancia lo amerita, los políticos no parecen estar a la altura. “Este es un momento histórico que marca un antes y un después. Y veo que los gobiernos tratan de minimizar la aplastante realidad y me parece muy cortoplacista desde un punto de vista político. Lo cierto es que va a ser complicado. No deberían vender soluciones fáciles”.
Otro mundo pero, ¿qué mundo?
Que el mundo ha cambiado es otra cosa que no paramos de escuchar estos días. Pero, ¿cómo? Los espejismos de ‘nueva normalidad’ hacen que queramos recuperar la vida justo en el punto que la dejamos y no parecemos conscientes de que la pandemia sigue su curso. Verde insiste en que es complicado hacer una predicción si todavía ni siquiera sabemos cuándo o cómo (o si) nos libraremos del virus. Pero, independientemente del devenir covid-19, sí hay una fecha clave que marcará el mundo pospandémico. El próximo 3 de noviembre.
“La clave de todo lo que viene, la clave del orden mundial, está en lo que ocurra en las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Del resultado de ese día va a depender la reacción y recuperación mundial del coronavirus”, asegura el experto electoral. Dos caminos se abren ese día: uno para restañar la cuestionada alianza transatlántica “que por primera vez desde 1945 muestra peligrosas señales de vulnerabilidad y fatiga” o, por el contrario, que Occidente caiga “víctima de sus contradicciones internas y se den las condiciones para un auge definitivo de China”.“La pandemia no va a cambiar el mundo, va a acelerar lo que ya estaba pasando”CELIA MAZA. LONDRESEl director de Estudios Internacionales de Seguridad del reputado Royal United Services Institute analiza para El Confidencial los retos geopolíticos de un escenario sin precedentes en la historia reciente
Su análisis en este punto, como él mismo recuerda, es parte interesada. Hace apenas dos preguntas tuvo que cortar la conversación durante 10 minutos para atender una llamada de Biden. [“Cuando llama el jefe, hay que atender”, se disculpa]. Verde está en el comité nacional de finanzas de la campaña del exvicepresidente y reconoce que, “lamentablemente”, la respuesta de Trump al coronavirus ha puesto el viento a su favor. Y eso, más que medirse en lo que baja en las encuestas el mandatario republicano, se refleja nítidamente en lo que no sube.
“Hace un mes y medio, para mucha gente la reelección de Donald Trump era inevitable. Pero hoy es un mundo muy distinto”, se explica. “Los americanos siempre aplican la filosofía (atribuida a Abraham Lincoln) de que ‘nunca se cambia de caballo a mitad del río’. En momentos de crisis, suelen arropar a su líder, congregarse bajo la bandera. Sin embargo, los índices de popularidad del presidente están donde estaban antes de la crisis o más bajos. ¿Eso es bueno? No. Es terrible para él. Con un evento como éste, similar a una guerra, cualquier presidente debería ser capaz de subir 20-30 puntos. Esto te dice mucho de su vulnerabilidad”, reflexiona.
Trump es su peor enemigo, pero seis meses en política son una eternidad
Verde acumula los argumentos que han convertido a Trump “en su peor enemigo”: sus incongruencias, sus cambios de opinión, sus recomendaciones médicas de beber lejía (esta entrevista se realizó antes de los disturbios generados por la muerte de George Floyd a manos de la policía). Aún con todo eso, se percibe que el rival es duro. “Sabemos que seis meses en política son una eternidad”, apostilla.
Esto tampoco esto es muy esperanzador. Independientemente del resultado, vemos ante nosotros un mundo más polarizado, más nacionalista y proteccionista. “Surgirá la necesidad, y con razón, apostar por ciertas medidas de proteccionismo sobre sectores estratégicos de la economía -farmacéutico, energético- y disminuir la dependencia de China en la cadena de suministro global. Una de relocalización de ciertos sectores que vuelven a sus países o áreas de influencia. Y habrá ganadores y perdedores”. ¿Y entonces?
Aprender la lección, salvar al planeta
El punto es que la crisis pasará. Y, más allá de sus efectos a corto plazo -o quizás por esos mismos efectos-, se nos presenta una “una oportunidad única”, dice Verde. “Soy extremadamente optimista al respecto. No sé cómo va a terminar esto, no tengo bola de cristal, pero sí sé cómo deberíamos salir de esta crisis y la que creo que va a ser la fórmula del éxito: la sostenibilidad como eje de esa recuperación y reconstrucción económica. Los próximos años se van a invertir trillones de dólares en estos procesos. Es una oportunidad inédita para no volver atrás y apostar por la sostenibilidad como ventaja competitiva, tecnología, de innovación”.
Habrá cambios de distinto grados en diversas esferas de la gestión política, económica y empresarial (“una nueva forma de entender la seguridad nacional, una revisión del valor y respeto por lo público, rescates de aerolíneas y del sector turismo -en vez de bancos-, más dinero público en tecnología”). Pero el verdadero epicentro del cambio social estará en los hogares. “La pandemia va a acelerar el cambio en la forma en la que consumimos. Vamos hacia una nueva economía ‘low cost’, pero no como antes centrada sólo en el precio, sino sostenible y responsable. Y eso lo va a cambiar todo”.El analista más influyente de geopolítica: “El coronavirus podría radicalizar más a España”CARLOS BARRAGÁNGideon Rachman, jefe de política internacional del FT, es probablemente el analista más influyente del mundo. En esta entrevista, advierte del posible reordenamiento del mundo tras el coronavirus
¿Y por qué? ¿Cómo va a impactar el nuevo coronavirus a las decisiones de compra de un consumidor que piensa con el bolsillo?
“No es ser romántico o extremadamente optimista, creo que soy pragmático. Ya antes de la crisis había estudios sobre cómo estaban cambiando los hábitos de consumo. Un nuevo modelo donde el consumidor busca el producto asequible, pero también quiere sentirse bien con la opción de compra. Es decir: barato y responsable. Y las empresas van a tener que dar lo que los clientes piden”.
La aceleración de este cambio de mentalidad -redondea su idea Verde- se debe precisamente al virus. “Si hace un mes nos llegan a avisar que el coronavirus iba a ocurrir, hubiéramos hecho planes de contingencia, hubiéramos tratado de tenerlo todo listo o al menos no nos habría pillado como nos pilló. Creo que ahora muchos van a entender que hay que aplicar esa filosofía al cambio climático, que estamos todos en el mismo barco. Si algo ha demostrado esta crisis es que los problemas globales requieren soluciones globales. Podemos aprender esta lección”.
AUTORENRIQUE ANDRÉS PRETEL. 12/06/2020 El Conficendial.
https://www.elconfidencial.com/mundo/europa/2020-06-12/juan-verde-optimista-economia-low-cost-sostenible_2634803/?utm_campaign=BotoneraWebapp
El futuro del trabajo: delegar en las máquinas para potenciar el factor humano
Automatización de procesos, robotización, inteligencia artificial…
Estos fueron algunos de los temas que centraron un encuentro en el que se exploraron los procesos laborales del mañana
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18/11/2019 05:00 – ACTUALIZADO: 18/11/2019 17:00 Autor aumeesteve , El Confidencial.
¿Acabarán los robots y la inteligencia artificial con nuestros puestos de trabajo? No exactamente, aunque cambiarán el paisaje laboral para siempre. Esa fue una de las principales conclusiones a la que se llegó en el Foro VASS de Eficiencia Operativa. ¿Cómo se puede ser más eficiente en el entorno actual? “Atendiendo a tres vectores clave: flexibilidad, calidad y eficiencia”, apuntaba Gonzalo Trigo, director global de innovación de VASS. Y para ello puso tres ejemplos de compañías que fracasaron al descuidar uno de ellos: “Cuando Apple lanzó el MacIntosh era demasiado caro, no era eficiente. Koenigsegg fabrica coches de lujo artesanalmente. Pero solo entrega uno a la semana, no tiene flexibilidad para escalar su negocio. En Japón se han puesto de moda los robots en los hoteles, pero les han tenido que ‘despedir’ porque iban a las habitaciones a las tres de la mañana. La calidad del servicio también es importante”.
El evento contó con la presencia de Alberto Artero, director general de El Confidencial, encargado de moderar una mesa redonda en la que profesionales de Mapfre o de la financiera RCI Bank and Services ofrecieron su punto de vista sobre lo que implica incorporar procesos de innovación al día a día de una empresa.
Ambos subrayaron la necesidad de poner al cliente en el centro de las operaciones ya que, sin él, sus negocios carecen de sentido. Y para darle el mejor servicio posible, es necesario ayudarse de la tecnología. “El cliente quiere rapidez y respuestas ágiles. En el sector asegurador tratamos de dar un plus de personalización de experiencia. Hay muchas cosas hechas por robots que ayudan en la toma de decisiones, pero la responsabilidad es de las personas”, aseguraba Carla Taboada, subdirectora general de operaciones de Mapfre.
En el ámbito de los servicios financieros también se está notando la disrupción provocada por la aparición de las nuevas tecnologías. Unas herramientas que “en tres años” van a cambiar el panorama de sectores todavía tan estancos como el de la automoción. Lo aseguraba José Luis Triviño, responsable de desarrollo de negocio e innovación tecnológica de RCI Bank and Services, al dar por hecho que en pocos años no será el cliente el que vaya a un concesionario a comprar un coche y le den la financiación, sino que llegará con la financiación aprobada desde casa para comprar el vehículo que desea: “La gente ya no va a un concesionario a probar dos o tres automóviles. Ahora el comprador sabe más del coche que quiere que el comercial que se lo vende”.
Tecnología para la tele, la banca y los seguros
Pero además de la mesa redonda, en el encuentro se expusieron algunos ejemplos de implantación de nuevos procesos productivos de la mano de responsables de Evo Banco, Atresmedia o la aseguradora Mapfre. Historias con un punto en común: delegar trabajo en máquinas para centrar el potencial humano en tareas de mayor valor productivo.
La implementación de soluciones como Salesforce en Evo Banco ha permitido a la compañía tener un registro pormenorizado de las interacciones con sus clientes, a la vez que ha reducido el volumen de correos electrónicos y llamadas que recibe. En definitiva, más tiempo para que sus empleados puedan brindar una mejor atención a los clientes que tienen problemas más peliagudos. “El retorno de inversión es inmediato cuando reduces las llamadas en un 10% y los correos en un 30%”, explicaba Ramón López, responsable del contact center de Evo Banco.
La inteligencia artificial nos permite aportar contexto al negocio, automatizar tareas de bajo valor y reducir los costes
Desde Mapfre se explicaron los ahorros derivados de digitalizar un negocio como el suyo, con una gran cantidad de documentación. “En tres años hemos firmado digitalmente 650.000 documentos, hemos digitalizado otros 15 millones y hemos generado 70 millones. Si, además, contamos el trabajo de los últimos años, hemos almacenado más de 283 millones de documentos”, enumeraba Fernando García, director de IT de Mapfre. No acaba ahí la transformación de la aseguradora, que ya trabaja implementando inteligencia artificial para mejorar la gestión del correo electrónico: “Nos permite aportar contexto al negocio, automatizar tareas de bajo valor y reducir los costes”.
¿Cómo se aprovecha una televisión de la automatización de procesos? Víctor Martínez, responsable de business transformation en Atresmedia opina que, aunque el espectador pueda no ser consciente de ello, es vital para una gran empresa como la suya. “Automatiza y digitaliza procesos voluminosos y repetitivos, homogeneiza los procesos y simplifica las actividades”, declaró. A cambio, potenciar la robotización de la compañía le está brindando una mayor eficiencia operativa por un hecho tan sencillo “como que un robot trabaja 24 horas al día, siete días a la semana, 365 días al año”. ¿El resultado? Que la compañía pueda emplear sus recursos humanos “en tareas complejas y de mayor valor a la vez que reducimos la tasa de errores”.
Ni coches voladores ni viajes a Marte
El encargado de salirse de la norma y buscarle las cosquillas al público fue Marc Vidal. El divulgador y consultor recordó a los presentes que nadie era capaz de imaginarse el mundo actual hace 30 años: “Pensaba en coches voladores y en viajes a Marte, y lo que tenemos es internet y la irrupción de la telefonía móvil”.
Vidal quiso poner especial énfasis en que la llegada de una revolución tecnológica no iba a suponer más paro “aunque las revoluciones industriales” siempre se viven como una crisis. Al contrario, la llegada de robots que hagan tareas que no aportan valor cambiará el paisaje productivo. “Los robots no crean paro sino que generan eficiencia, productividad y trabajo en otros lugares, ámbitos o relaciones”, aseguró.
El pensamiento lateral, la inteligencia emocional o el pensamiento crítico son algunos de esos factores que, aseguraba, una máquina nunca podrá replicar. “No podrá surfear, porque un robot es incapaz de soñar”, concluía poniendo el broche a una jornada en la que se repasó la importancia de la automatización en el puesto de trabajo pero también se realzó la necesidad de los perfiles humanos que aporten valor a la cadena productiva.
Empresas requieren adecuarse al nuevo ecosistema digital
En México, se prevé que 25% de las empresas que operan actualmente desaparecerán en un
plazo menor de siete años si descartan el uso de la tecnología
La evolución tecnológica que se vive en estos últimos años obliga a diferentes sectores a transformarse, entre ellos a las empresas.
En el estudio Radiografía de la Transformación Tecnológica, de la compañía Sngular de México, se asegura que, en el contexto global, para 78% de las empresas líderes en el mundo la innovación digital es desconocida. Sin embargo, 51% reconoce que es necesaria para mantenerse competitivo en sus sectores.
Se prevé que, a nivel mundial, este cambio tecnológico en las empresas, sobre todo en las financieras, supondría un aumento de 1.4 billones de dólares en el PIB de las 10 principales economías mundiales. La transformación digital y en general su aplicación y aprovechamiento vienen acompañados de la promesa de hacer más con menos recursos, como tiempo, esfuerzo humano y materiales.
“Cuando tenemos un entorno tan dinámico y lleno de opciones, el escenario que se dibuja podría ser como el de una bola de nieve de crecimiento en la que las industrias de una nación se hacen más eficientes, rentables, sustentables, y por supuesto esto debería reflejarse en la economía de un país de manera progresiva”, se indica.
Pymes
De acuerdo con Luis Flores, gerente del área comercial de NDS Cognitive Labs, uno de los principales beneficiados de la llegada de nuevas tecnologías son precisamente las medianas y grandes empresas financieras, ya que tienen una necesidad muy grande de operación de procesamientos y en muchos casos no tienen esa capacidad de recursos humanos que les permitiría cubrir todo.
“Lo que hemos visto es que el apalancarse con nuevas tecnologías les da dos beneficios funcionales. El primero es usar la tecnología para solventar sus necesidades operativas de una manera más ágil, y la segunda es que un costo de inversión es mucho más bajo que el que harían los centros de operaciones tradicionales”, indicó.
El especialista aseguró que no se necesitan hacer grandes inversiones para ser innovadores, sino en infraestructura tecnológica para ofrecer un servicio más completo y avanzado a sus clientes y complementar sus operaciones.
Asimismo, Sngular refirió que uno de los dominios principales de la transformación digital es la aportación a la eficientización de los procesos de una organización. “Tomemos como ejemplo el caso de una colectiva de agricultores que cuentan con un modelo tradicional de operación y con cierto nivel de automatización en sus herramientas, con tractores, aspersores automáticos y equipos automáticos de selección”, explicó.
“La transformación digital para esta organización podría significar el contar con información de sensores en tierra, asistida por lecturas satelitales que permitan realizar una selección adecuada del suelo para cada tipo de grano o fruto; identificar las variaciones de humedad históricas para programar de manera inteligente los aspersores automáticos; uso de algoritmos y soluciones que implementan machine learning para definir una estrategia inteligente de rotación de cultivos; implementar mecanismos de trazabilidad con blockchain para garantizar el fair trade con los productos, etcétera”, agregó.